La vida empieza con un sí​

La semilla de Madres de Luz fue plantada por Rosa, madre de Martina, el 22 de octubre de 2022. Fue un día especial, pues por la mañana, habíamos despedido a Antonio Miguel, hijo de María Jesús, quien vivió solo seis horas. Esa misma tarde, durante los Premios Pávez de Talavera, un festival nacional de cortometrajes, Rosa le envió un mensaje a Iratxe para proponerle contar sus historias y la de sus bebés en un corto documental.

Iratxe aceptó con un Sí enorme, sintiendo un gran honor por la confianza de Rosa. Se puso a trabajar con toda su energía para llevarlo adelante. Rosa y María Jesús conocían a Iratxe porque ambas habían sido acompañadas por ella en las sesiones de musicoterapia para embarazadas. También contactaron con Rocío, madre de Itzá Jara, que había compartido con  ellas años antes la historia del nacimiento de su pequeña ya fallecida. A pesar de la distancia, Rocío dio su Sí de inmediato, uniéndose al proyecto con el mismo entusiasmo.

El amor no se mide en gramos

En el proceso, Iratxe y todo el elenco conocieron a más «madres de luz» y a familias que habían vivido la experiencia de cuando nacer y morir se entrelazan. Aunque éstas no pudieron participar por diferentes motivos, fueron escuchadas y de algún modo intentamos que se sintieran reflejadas en nuestras palabras. 

Tras meses de búsqueda para encontrar a quienes pudieran ayudar a grabar el proyecto, finalmente aparecieron Gon Ramos y César Pacheco, dos maravillosos directores de cine de la misma ciudad, quienes, con su sensibilidad, experiencia y dedicación, lograron filmar Madres de Luz en un solo día.

La música del corto es una verdadera joya, gracias a la generosidad de Tànit Navarro, quien cedió tres temas de su disco Nueve Lunas, y a Ravid, músico de Handpan que nos cedió su trabajo Dusha. También contamos con la inestimable colaboración de Barri, que ha documentado gráficamente todo el proceso y nos ha acompañado siempre firme en la retaguardia. 

En el cortometraje participan Rosa, María Jesús y Rocío, las tres Madres de Luz, así como José Luis, quien aporta la perspectiva de un padre, y Mª Teresa, hermana de uno de los bebés, quien, a su corta edad, ha enseñado y sigue enseñando cómo es la experiencia de perder a un hermano al poco de nacer, todo ello a través de la mirada inocente de una niña. También participan sus hermanos pequeños, Isabel y Jorge, mientras que Iratxe acompaña a las madres en este viaje emocional.

Nuestra meta

La asociación Kseman, que ofrece apoyo en el duelo y en los procesos de final de vida, estuvo presente durante todo el proyecto. El cortometraje fue grabado sin ningún apoyo económico, con cada persona involucrada aportando su tiempo y lo mejor de sí misma. Los objetivos de Madres de Luz son:

  • Honrar la memoria y la vida de estos bebés.
  • Brindar luz a madres y familias que atraviesan experiencias similares.
  • Dar visibilidad a la muerte perinatal y mostrar al mundo historias de vida y muerte como estas, convencidos de que es mejor hablar y compartir que ocultar.
  • Concienciar a los profesionales sanitarios sobre la importancia de su presencia, palabras, silencios, miradas, y todo aquello que es vital en esos momentos tan sensibles.